Se adjunta carta enviada por Sr. Felipe Avila por UTEM-todos
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Santiago, Agosto de 2008
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Señor
Eduardo Campos Kahler
Decano Facultad de Humanidades y Tecnologías de la Comunicación Social
Presente
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Ante los constantes y reiterativos enjuiciamientos que se hacen a la Escuela de Criminalística Forense en el ámbito público y en lo Universitario, en representación de esta Unidad Educativa he estimado pertinente dar a conocer a la Comunidad Universitaria y en especial a los estudiantes que integran la Escuela, principal foco de nuestra preocupación, las inquietudes que surgen en la búsqueda de fortalecer y revitalizar la Universidad y que llevan a hacer presente las siguientes reflexiones:
Mediante Resolución Exenta Nº 02183 de fecha Mayo de 2003, firmada por el Rector de la época y teniéndose a la vista de la ley 19.238 Decreto Supremo Nº 267 y D.F.L 2 de año 1994, ambos del Ministerio de Educación y el Informe favorable del Consejo Superior en sus sesiones del 8 de Marzo 2002; 11 de Marzo 2002 y 27 de Marzo del 2002 por unanimidad de sus miembros; Acto certificado por el Secretario General Don Julio Martínez Valdés se resuelve la creación e inicio de la Escuela de Criminalística Forense, aprobándose en dicho Acto el Plan de Estudios, la Malla Curricular, para las carreras de Licenciatura en Ciencias Criminalísticas y Técnico de Nivel Superior en Ciencias Criminalísticas especialidades de Balística, Documentología, Tránsito y Papiloscopía.
La Resolución en comento, fue tramitada por la Facultad de Humanidades y Tecnologías de la Comunicación Social, bajo la firma del Señor Decano Don Sergio Gallardo Espinoza y distribuida a la Vicerrectoría Académica, Contraloría Interna, Dirección Jurídica, Unidad de Planes y Programas, Unidad de Títulos y Grados, Departamento de Recursos Humanos; esta Resolución permitió insertar a la Escuela en el ámbito Universitario con dependencia en la Facultad.
En la presentación de los programas se determinó la población destinataria, especialmente dirigida a: Fiscales, Jueces y Administrativos de los Tribunales que conformarían el Ministerio Público; funcionarios de la Policía de Investigaciones; Funcionarios de Carabineros, de Gendarmería, del Gabinete de Identificación, Periodistas, Asistentes Sociales del área de administración de justicia; Psicólogos del área criminal; todo profesional que quisiera ser experto en esta área; funcionarios del poder judicial que se desempeñaran como actuarios y todo interesado egresado de 4º medio.
De los antecedentes expuestos queda de manifiesto que la actual Escuela de Criminalística Forense, tuvo su origen en la decisión unánime de la Universidad Tecnológica Metropolitana, en uso de sus facultades de autonomía que la Ley le confiere, por tanto su existencia es legal estando subordinada a la institucionalidad de esta Casa de Estudios y no es un apéndice ilegítimo de ella, menos un capricho de quienes laboran en esta Unidad Académica.
En los inicios de las labores docentes, la contratación de académicos se efectuó a través de la Universidad, en prestación de servicios a honorarios; tras la creación de Edutem estos convenios dependieron de esta persona jurídica; dos años después se endosaron parcialmente a la Administradora Celta S.A., por acuerdo de las autoridades de la época y en consentimiento de la administración anterior, por ello, la contratación y pago de honorarios se concretaron a través de estas dos administradoras, dependiendo esencialmente de la sección que se administraba por éstas, manteniéndose el sistema de contratación en carácter “ a honorarios”.
Actualmente, esta administración ha tenido que afrontar el impacto de la rebaja de la remuneración de los académicos en un 41%, con el agravante de una tramitación prolongada para la cancelación de honorarios, perjudicando notablemente la situación personal y profesional de los docentes en su quehacer, todo lo cual atenta contra la excelencia académica y propicia el éxodo de nuestros académicos a otras instituciones.
Sin embargo, dejo constancia que a pesar de esta adversidad nuestros docentes están brindando sus mayores esfuerzos y dedicación por dar cabal cumplimiento a las exigencias que les imponen los programas de estudios, las tareas administrativas y el apoyo incondicional al equipo de trabajo administrativo, en vías de potenciar efectivamente la Escuela; por ello, es imperativo que en el corto plazo se regularice definitivamente el sistema de contratación, así como la prestación de servicios profesionales impartidas en la docencia, que permitirá dignificar y reconocer en su esencia la calidad profesional de nuestros académicos.
En este contexto, asumida la responsabilidad de conducción de esta Unidad Educativa, con todas las trabas y problemas que usted conoce, me permito reflexionar acerca de la existencia de hechos que afectan de sobremanera a la Escuela de Criminalística:
Que, la Universidad en una actitud de inconsecuencia no haya asumido la defensa de esta Unidad Académica, de sus estamentos, especialmente el de sus estudiantes, quienes han estado permanentemente expuestos a las denuncias de los medios de comunicación, en una campaña de desprestigio que los afecta directamente, así como a sus profesores. Este silencio de la UTEM frente a los públicos y desmesurados ataques que se han planteado en forma infundada, debilita la defensa de la UTEM en tribunales y en la Comunidad Nacional, interpretándose como una actitud de aceptación; “El que calla, otorga”.
Que, los acuerdos consensuados por las autoridades de esta Universidad representadas por su ex Rector con los estudiantes, no se han materializado cabalmente y la promesa de descontinuar el ingreso de nuevos alumnos sólo por un año, se trasformó en su cierre indefinido, informándose de esa forma al Consejo Nacional de Acreditación y al Consejo Superior de Educación, de espaldas a la comunidad de esta Escuela, especialmente los estudiantes que confiaron en los acuerdos asumidos.
Que, sorprende la pasividad de las ex – autoridades de la Escuela y de la Universidad frente a los ataques groseros, vejatorios y procaces por parte de alumnos retirados de la Escuela, siendo víctimas de estos ataques los docentes y alumnos que se han visto expuestos a la vindicta pública, con injurias y difamaciones de la más baja especie, en forma gratuita y aleve, por el sólo hecho de creer en el proyecto de la Escuela.
Son quizás aquellos estudiantes los mismos que, haciendo uso de sus legítimos derechos han demandado a la Universidad por supuestos delitos de estafa y que continúan, muchos de ellos, asistiendo regularmente a clases, hecho por decir lo menos insólito, ya que, por falta de decisión de las respectivas instancias de la Universidad, en la política a seguir respecto de la materia, no se ha resuelto esta situación. Otros que escudados en la red de Internet, a través del Blogs o Fotologs, profieren injurias en contra de la comunidad UTEM; menoscabando la dignidad de autoridades, Académicos, Personal Administrativo, y Estudiantes.
Quien suscribe, expresa su más profundo rechazo a esta tendencia impuesta a través del Internet y solicita las acciones judiciales, para velar por la integridad física y moral de sus representados en la Unidad Educativa, y de igual forma solicita a las autoridades de nuestra Universidad, la instrucción de sumarios internos que permitan investigar estos graves hechos y aplicar las sanciones disciplinarias en conformidad a la Reglamentación vigente de la UTEM.
Que, al interior de la Universidad, en un espacio de Internet de los llamados “académicos por la UTEM”, la línea editorial propicia el cierre de la Escuela con afirmaciones falsas, que en nada contribuyen a fortalecer a la UTEM. El Señor editor de dicho espacio, paralelo a UTEM TODOS, Profesor Don Claudio Vila Ceppi, hace gala de un perseverante y tenaz desconocimiento, con reiteradas evasivas a aceptar un diálogo informativo, que le evite la recurrente afirmación de inexactitudes relativas a la generación de la Escuela de Criminalística, la cantidad de alumnos (1300 y no quinientos como afirma), que la Escuela distrae recursos de la UTEM, en circunstancias que los aporta, etc.
Respecto de las últimas declaraciones formuladas por el Señor Claudio Vila Ceppi, en el Blogspot de la Agrupación de Académicos por la UTEM, debe hacerse presente que, si bien es cierto la Comunidad Escuela de Criminalística está consciente de las falencias que imperaron en el pasado en la administración de ésta, ello no implica necesariamente, que los actuales esfuerzos que se están desarrollando asuman ese mismo carácter. Prueba de ello no sólo es el respaldo que hemos recibido a nuestra gestión por parte de las autoridades subrogantes de la Universidad, sino también, de los propios Señores Consejeros de Gobierno, quienes han alentado el trabajo que hemos venido desarrollando, lo que se constituye en un antecedente no baladí, considerando que el trabajo de dichos Consejeros consiste precisamente en representar ante la Universidad la percepción y ánimo del Gobierno respecto de la gestión de nuestra Casa de Estudios y de sus carreras cuando corresponda.
En lo que respecta a los dichos de Señor Vila en relación al desperfilamiento de la Visión-Misión de la Universidad al cobijar un conocimiento alejado de la tecnología, cabe recordar que en el acuerdo de la CNAP del 17 de Enero el año 2006, señala expresamente que dicho conocimiento “…le devuelve a la Universidad el sello tecnológico que había perdido”, lo que a nuestro juicio no hace más que desacreditar los argumentos esgrimidos por el Señor Vila y de todos aquellas personas que, a través de comentarios anónimos, no hacen más que entorpecer tanto el trabajo que hemos venido realizando de cara a reposicionar a nuestra Escuela, así como también, el trabajo sincero al que se encuentran abocadas las autoridades de nuestra Universidad.
Que, en forma peyorativa se manifiesta en comentarios anónimos, a través de dicho espacio editado por el profesor Vila, que académicos que pertenecieron a Carabineros y Policías de Investigaciones no estarían en calidad y competencias académicas para impartir cátedras en nuestra escuela. Lejos de la realidad es esta afirmación, demostración de ignorancia respecto de Planes de Estudio de la Carreras, puesto que estos Académicos cuentan con las especialidades en el Área de la Criminalística y con los recursos metodológicos para impartirlos.
No deja de ser preocupante además, los niveles de discriminación respecto de la condición de estos profesores por pertenecer o haber pertenecido a las policías, cuando la sociedad chilena ha traspasado la barrera de la división entre civiles y miembros de las fuerzas de orden, siendo ambas instituciones policiales reconocidas como confiables en alto grado, en las encuestas de opinión de nuestro país.
Así es como también existe en nuestra escuela, un número importante de estudiantes que provienen de las Policías, de las Instituciones del Poder Judicial, de Gendarmería, del Servicio Médico Legal y de otras Instituciones del Estado, que buscan su perfeccionamiento en nuestra Universidad.
El plantel de profesores de la Escuela está formado por profesionales de distintas áreas; Abogados, Administradores Públicos, Ingenieros de Tránsito y Civiles, Médicos, Psicólogos, Profesores de Estado en diversas materias, los cuales provienen de distintos ámbitos, incluyendo nuestra propia Universidad y, en las especialidades, por profesionales provenientes de las Policías debidamente certificados, tanto en servicio activo como en situación de retiro.
Por estos días, cuando la Ilustrísima Corte de Apelaciones de Santiago ha dispuesto, según trascendidos, que se acoja a trámite una demanda presentada por un grupo de ex alumnos, se hace más urgente que la Universidad tome conciencia de su responsabilidad en la defensa de la carrera y en las ilusiones y desvelos de los estudiantes que siguen matriculados en ella, cumpliendo con sus planes y programas para conseguir su conocimiento y sus grados académicos. Lo que conlleva al suscrito a solicitar a las autoridades de las Universidad, pasar de la mera observación a una explicita demostración de no aceptar ataques infundados que deterioren su imagen.
Quienes trabajamos en y por la Escuela, estamos comprometidos en realizar esfuerzos que permitan un real reposicionamiento y reestructuración de nuestra Unidad Docente, dando pertinencia, credibilidad y viabilidad a las carreras que impartimos, lo que ha sido reconocido por el Consejo de Facultad, el Consejo Académico y las Autoridades Superiores, como lo son la Señora Rectora Doña Haydée Gutiérrez Vilches, el Señor Vicerrector Académico Don Héctor Pinto Contreras, el Consejo Superior y especialmente los Consejeros representantes de la Señora Presidenta de la República, Señores Eduardo Escalante Gómez y Don César Bernasconi Ramírez, a quienes se ha presentado el proyecto actual, lo que estimamos ha significado un respaldo a la disciplina criminalística.
Sin embargo, este anteproyecto presentado a todas las instancias internas de la Universidad, de manera transparente, ha sido utilizado digitalizándolo y publicándolo con visos de secretismo, no con una finalidad constructiva, sino por el contrario, insinuándolo como una idea carente de sentido y propiedad, como un proyecto oportunista.
Señor Decano, en consideración a las reflexiones presentes, de cara a la Comunidad Escuela que me enorgullece representar y en la firme voluntad de contribuir a engrandecer la Casa de Estudios Superiores que nos cobija, es que solicito sus buenos oficios para representar ante las máximas autoridades de la Universidad, sus Estamentos y Comunidad Universitaria mis opiniones y se constituyan ellas en carta abierta, de defensa de nuestra dignidad; para defender a la Universidad, su prestigio y viabilidad ante el descrédito público deberemos redoblar esfuerzos, transparentando las acciones que permitan reposicionar nuestra Casa de Estudio en el sitial que le corresponde asumir dentro de la Sociedad Chilena.
En cuanto a la Escuela de Criminalística, persiste la convicción de que finalmente será reconocido por la Universidad Tecnológica Metropolitana y la Sociedad Chilena, el aporte del Conocimiento Criminalístico a la seguridad integral de los ciudadanos de nuestro País.
Por último, esta administración y la Escuela en su conjunto, no claudicarán en sus propósitos de enaltecer la dignidad y respeto por cada uno de sus integrantes; y no se dejarán avasallar por comentarios impropios, intimidantes y poco pertinentes.
FELIPE A. ÁVILA DUHALDE
COORDINADOR ACADÉMICO
ESCUELA DE CRIMINALÍSTICA FORENSE
FAD/ccb
CC: Archivo.
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